Fresno es una ciudad única llena de flujo y reflujo de personas de diferentes culturas, comunidades y orígenes. Como pasante de Every Neighborhood Partnership, este verano fui testigo de cómo diferentes culturas y miembros de la comunidad se unen para marcar la diferencia a través de la construcción de unos a otros. Líderes de la comunidad, maestros, pastores y residentes son todos parte del proceso para traer el cambio en Fresno. Esto se basa principalmente en el Desarrollo Comunitario Cristiano. Esta filosofía dice que el cambio se evoca en la comunidad cuando se hace de forma holística. John Perkins acuñó esta ideología e ideó las tres R del desarrollo comunitario(Reubicación, Reconciliación y Redistribución).

Esto significa que para llevar el cambio a una zona necesitada es crucial reubicarse. La reubicación te permite convertirte en un miembro de la comunidad junto a tus vecinos. A medida que se van formando relaciones con la comunidad, empieza a producirse la reconciliación. La reconciliación empieza por ofrecer un espacio abierto para escuchar las historias y comprender cómo la injusticia, tanto económica como racial, afecta a tu barrio. La amistad y la comprensión mutua de unos y otros pueden dar lugar a una solución sostenible que reúna a cada residente, familiar y vecino. Una vez resuelto el problema, el objetivo es que todos miren atrás y digan "¡mira lo que hemos hecho juntos!". 

 Como pasante este verano, esta comprensión del Desarrollo Comunitario Cristiano me mostró cómo se implementa en las iniciativas de hoy. Vi a los residentes capacitados para abogar por su barrio a través de la Cohorte de Residentes Líderes. Conocí a líderes de la ciudad que han dado su vida tanto profesional como personalmente para hacer de Fresno un espacio de vida holístico. Vi el poder que tiene la educación a través de la tutoría de alfabetización para dar a los estudiantes y las familias los recursos que necesitan para tener éxito. Vi que Saturday Sports y Beat the Odds dan a los niños un espacio para estar activos y conectarse con mentores positivos. Todos estos programas capacitan a los residentes para que sean una voz de cambio en sus barrios. 

En acción en Webster Park

Una de las historias más impactantes que presencié este verano fue el proceso de planificación de Webster Park. El barrio de Webster es uno de los más antiguos de Fresno. Se encuentra entre dos autopistas y no tiene fácil acceso a un parque. Contar con un parque en el barrio de Webster daría a las familias un espacio para que sus hijos estuvieran activos y permitiría a la comunidad tener un espacio para reunirse. 

Parte del proceso de planificación del parque fue la celebración de un grupo de discusión para que los padres y los niños dieran su opinión sobre lo que querían que tuviera su parque. Los niños tuvieron la oportunidad de presentar sus ideas dibujando el parque de sus sueños. Ver el brillo de la emoción y la ensoñación cobrando vida en cada página fue muy inspirador. Al recordar este momento, me doy cuenta de que este es el corazón de lo que hace Every Neighborhood Partnership. Esto es lo que hace único a Fresno. Los residentes de entre 2 y 100 años tienen la oportunidad de soñar en grande para su barrio y luego se les proporcionan los recursos para hacerlo realidad. 

Cuando miro hacia atrás, veo que el corazón de Dios para la ciudad es de restauración. Las semillas de la restauración se están plantando desde dentro. Parece que los miembros de la comunidad de diferentes barrios de la ciudad se unen para soñar en grande. Aunque parezca sencillo, así es como empiezan programas como Literacy Mentoring y Saturday Sports. Este verano me mostró que las asociaciones como ENP nos invitan a ser parte de la restauración que Dios está trayendo a Fresno.

Así que la pregunta que te dejo es, ¿cómo te está invitando Dios a asociarte con tu ciudad hoy?