Este artículo ha sido escrito por el antiguo becario de la PEV Alexis Kalugin.

En las últimas décadas, el desarrollo institucional de la comunidad ha asumido la estructura de la mayoría de las funciones comunitarias. En lugar de encontrar formas de involucrar a los vecinos para que sean la voz del cambio en su comunidad, la mayoría de las ciudades han hecho recaer el peso del cambio en las instituciones. El problema de esta narrativa es que los trabajadores de las escuelas, las fuerzas del orden y la sanidad son responsables de más problemas comunitarios de los que pueden manejar. No existe una relación entre la institución y la comunidad para entender cada problema. Este enfoque se convierte en una talla única y deja un vacío entre la institución y los ciudadanos. 

La mejor manera de entender este enfoque es considerando cómo el desarrollo institucional de la comunidad ha afectado al sistema educativo. En los años 1900-1910, las escuelas públicas debían facilitar principalmente la nutrición, la inmunización y la salud. Con el paso de cada década, se añadieron más y más responsabilidades a esta lista. Sin embargo, en la década de 1980, se produjo una verdadera revolución industrial para el sistema educativo y se añadieron 18 nuevos requisitos a los ya 35 existentes. Con cada década, se han ido añadiendo más y más requisitos, hasta llegar a un total de 95 requisitos curriculares desde los años 1900. 

No todas las adiciones al plan de estudios son negativas, sin embargo, ha abrumado a nuestros profesores hasta el punto de que no hay espacio para enseñar las habilidades básicas. Este método es el desarrollo comunitario institucionalizado, porque ha puesto la carga de la prueba totalmente en el sistema escolar en lugar de en la comunidad. El reto es: ¿cómo podemos seguir abordando las cuestiones clave de las que son responsables los profesores fuera del aula? ¿Qué otras partes interesadas existen en la comunidad que tengan recursos para cubrir ese vacío? Cada ciudadano tiene los recursos y el poder para asumir las funciones de la comunidad.  

Los líderes sanitarios de todo el país afirmaron que "la buena salud se ve afectada por la comunidad local. El comportamiento individual, la vida asociativa, el entorno físico y la situación económica son los principales determinantes de la salud". Como comunidad local, las acciones que realizamos los unos con los otros repercuten realmente en nuestro funcionamiento. Si el funcionamiento de la comunidad está en manos de cada ciudadano, es crucial que invirtamos en su refuncionalización para que el empoderamiento comience en el barrio. 

Si seguimos en esta espiral de desarrollo institucional, las comunidades seguirán "funcionando mal y aislándose". Como comunidad local tenemos que replantearnos qué funciones comunitarias debemos reclamar como ciudadanos. Las políticas, las acciones de las partes interesadas y la financiación de nuestra comunidad desempeñan un papel muy importante en la refuncionalización de una comunidad. 

Para más información sobre la refuncionalización del desarrollo comunitario, consulte este artículo "Refuncionalizar una nueva estrategia de desarrollo comunitario para el futuro" en abundantcommunity.com.