En una escuela primaria de Fresno, Bibiana Montes, de 20 años, sintió que una chispa se encendía en ella cuando era una niña de jardín de infancia. Soñaba que un día se convertiría en maestra, en parte gracias a las personas que la influyeron en Susan B. Anthony, donde asistía a la escuela y a los deportes de los sábados. Estas personas, profesores y voluntarios, dejaron un profundo impacto personal en Bibiana. Su apoyo la ayudó a definir sus objetivos profesionales y a encontrar la confianza para perseguirlos con la esperanza de marcar la diferencia en las vidas de los niños.

Bibiana está avivando esa chispa de sus primeros años hasta convertirla en una llama. Está en camino de hacer realidad su sueño y anima a sus hermanos pequeños a dar los mismos pasos hacia su propio crecimiento personal.

Haciendo Conexiones
"Cuando estudiaba en el jardín de infancia, sentí esa chispa de que quería ser maestra", dijo Bibiana refiriéndose a lo feliz que se sentía en su clase de jardín de infancia.

Hay una "conexión" a la que se refiere con frecuencia que experimentó en esos primeros días y espera compartir esa conexión con sus propios alumnos algún día. "Quiero ser también esa profesora, transmitiendo ese don, llevándoles a cualquier carrera que tengan en mente, para que la alcancen".

Por invitación de su tía, Bibiana empezó a participar en el programa de deportes de los sábados los fines de semana de su año de jardín de infancia. Habló de un voluntario que siempre estaba allí, saludando a todos con una sonrisa. "Eso me hizo sentir más cómoda, cómo se relacionaba con todos y hablaba con todos", dijo.

Poco después, la familia de Bibiana recibió un aviso de que debían abandonar el país y ella se vio obligada a dejar la escuela, en contra de sus deseos. La misma voluntaria intervino para ayudar a su familia a superar las dificultades. Se desarrolló una conexión más profunda y la relación entre ellos se hizo más estrecha. "Siento que es parte de nuestra familia sólo porque lo conocemos tan bien. Así es como me siento, como si estuviéramos conectados", dijo.

La devoción de otra voluntaria tomó a Bibiana por sorpresa. "No me esperaba esto de ella, de hecho fue a México a visitarnos. Me hizo sentir conectada con ella y me hizo sentir especial que realmente se preocupaba por mí y eso también me motivó a pensar en positivo y también a dar a la comunidad."

Al pensar en el impacto que estas personas han dejado en ella, Bibiana comentó la importancia del desarrollo de las relaciones. "Me gustó que me sintiera tan conectada y fue muy especial para nosotros saber que están ahí para nosotros y nos ayudan a estar más involucrados y ser activos".

Bibiana explicó que quiere hacer lo mismo por los futuros estudiantes. "Me gustó que hubiera gente que dedicara su tiempo a los estudiantes. Sentí que sabían cómo comunicarse con los niños pequeños y hacer sus días más felices y eso me hizo querer también ser voluntaria en diferentes lugares como lo están haciendo ellos."

El don es ahora suyo. Cuando su hermano tenía tres años, Bibiana se encargó de enseñarle a leer libros, poniendo en práctica el don de la enseñanza en su propia casa. "Lo especial es tener una conexión con mi hermano pequeño. Y ahora que sabe leer, me llena de alegría". Y la experiencia le ha dado una pasión aún mayor por enseñar a los niños. "Le gusta aprender y quiero ver eso en los niños pequeños", dice.

Bibiana está ahora en camino de alcanzar ese objetivo a largo plazo que tenía en mente cuando era una niña de jardín de infancia. Como parte de un requisito de voluntariado para una de sus clases, eligió volver al lugar donde comenzó su historia y se encendió esa chispa. "Lo primero que quise fue volver a Susan B Anthony, donde crecí y con la misma maestra de jardín de infancia que me enseñó".

Ayudó a los niños de la clase con su escritura, el reconocimiento del alfabeto y los sonidos. "Ahí es donde me enseñaron por primera vez mis palabras y quería devolverle eso a Susan B. Anthony y en esa clase con la maestra de jardín de infantes que sentí esa conexión y la chispa de ser maestra".

Y mientras se prepara para asumir ese papel, Bibiana destacó la importancia de pasar la antorcha algún día: "Quiero que al menos un alumno de mi clase sea también profesor", añadió riendo.

Puedes influir en otros jóvenes como Bibianas haciendo una donación al PEV hoy mismo.

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