Desde 1982, el Programa de Reconciliación entre Víctimas y Delincuentes (VORP, por sus siglas en inglés) ha reunido a las víctimas, los delincuentes y los miembros de la comunidad implicados, cara a cara, para restablecer la integridad de los afectados por el delito. A través de nuestro proceso de justicia restaurativa, se reconoce la injusticia y se corrige lo más posible, se reconstruye la confianza y se restablece la relación. El proceso hace que los delincuentes rindan cuentas de sus actos, dándoles la oportunidad de escuchar cómo sus acciones afectaron a los demás. También empodera a las víctimas, ofreciéndoles una voz mientras las partes deciden cómo el infractor puede reconstruir la confianza, restaurar la equidad y aplicar los cambios necesarios para garantizar un futuro mejor. Una vez que las partes llegan a un acuerdo, los mediadores hacen un seguimiento con las víctimas y los delincuentes para confirmar que el acuerdo se ha cumplido a satisfacción de la víctima.
Resolución de conflictos y justicia reparadora: Una habilidad vital para el trabajo en la ciudad
18 de agosto de 2017
Alcance de la comunidad