Nos reunimos el sábado 6 de enero para celebrar a nuestros Mentores de Alfabetización y dar inicio al nuevo semestre.

La mañana tenía varios objetivos:

• Para celebrar y agradecer a las maravillosas personas que sirven en nuestros campus escolares. Ellos dan su corazón y su tiempo para hacer un impacto en la alfabetización y en las vidas de los niños que son el futuro de nuestra ciudad!
• También queríamos dar a estos voluntarios la oportunidad de conocerse y pasar algún tiempo juntos. Fue estupendo verles compartir historias, relacionarse, reírse y conocer a algunas de las personas de su equipo, mucho más numeroso.

Aunque no trabajan juntos en el campus durante la semana, todos sirven en la misma ciudad - ¡con un objetivo y un corazón compartido por los niños y la alfabetización! Qué grupo de personas tan increíble!

Para una de las actividades de esa mañana les hicimos formar equipo con otras dos personas y trabajar juntos para crear una cadena de papel. Muy fácil, ¿verdad? Pero había una "trampa": cada persona sólo podía usar una mano. Fue una verdadera lección de trabajo en equipo hacia un objetivo común.

Fue una actividad divertida y una gran lección de trabajo en equipo. Pero mientras cada grupo de tres creaba una pequeña cadena, pensaba en el número de niños con los que nuestros Mentores de Alfabetización tienen la oportunidad de trabajar cada semana. Cuando juntamos esas pequeñas cadenas se convirtió en una gran cadena. Y entonces me di cuenta de que el número de eslabones que conectamos era casi el mismo número de niños con los que nuestros Mentores de Alfabetización trabajaron el semestre pasado.

Cada semana nuestros voluntarios tienen la oportunidad de invertir en los niños. Les animan, les chocan los cinco, les sonríen, les leen y les ayudan a aprender las palabras de vista.

Imagina que tuviéramos más voluntarios increíbles como estas personas. Imagina lo larga que puede ser esa cadena de papel. ¿Quieres saber más y ver cómo puedes participar? Visita nuestra página web.