Blog de la ex pasante del PEV - Lydia Dawson
Cuando la gente me pregunta de dónde soy, me detengo, sin saber a qué lugar llamaría hogar. Me he mudado suficientes veces como para no sentirme arraigada, y he llegado a contentarme, disfrutando de mi propia compañía y consolándome en la permanencia de Dios. Antes de mi pasantía en ENP, habría dicho que dejaría el Valle Central tan pronto como me graduara de Fresno State. He crecido cómoda en mi transitoriedad; involucrándome en muchas cosas diferentes, conociendo a muchas personas diferentes, y esperando mi próximo cambio. He llegado a temer el compromiso.
Antes de mi pasantía en ENP, habría dicho que dejaría el Valle Central tan pronto como me graduara de Fresno State. He crecido cómodo en mi transitoriedad; involucrándome en muchas cosas diferentes, conociendo a muchas personas diferentes, y esperando mi próximo cambio. He llegado a temer el compromiso.
Acepté unas prácticas de 300 horas en la ENP, e incluso ese compromiso me ponía nerviosa. No podía evitar pensar que si llegaba una oportunidad mejor, me quedaría atrapada en Fresno, terminando las horas que había prometido. Ahora veo que Dios me dio este compromiso para traer un tipo de cambio diferente, un cambio de perspectiva.
Durante el tiempo que pasé en ENP aprendí la importancia de invertir en un lugar y en una gente, y empecé a ver el hermoso diseño de Dios para la comunidad. He observado el impacto que puede tener una iglesia cuando no se limita a servir a los necesitados, sino que construye relaciones y los ama de verdad.
He aprendido que cada persona tiene activos que son importantes para el desarrollo de su vecindario, y todo lo que se necesita es que alguien se dé cuenta de estos puntos fuertes, y fomente su uso.
He experimentado el impacto que tiene una persona cuando está continuamente presente en un barrio, a pesar de la delincuencia, la desesperación y los malentendidos.
He desarrollado un profundo aprecio y respeto por aquellos que están trabajando para construir el reino de Dios en Fresno, y siento que Dios me empuja, diciendo que tal vez este es mi hogar. Tal vez tengo algo que la gente en Fresno necesita, y tal vez hay gente en Fresno que me amará y me querrá.
Me entusiasma experimentar este tipo de cambio de perspectiva. Sin embargo, si soy honesto, mi primer impulso es encontrar algo mejor; tal vez me una al Cuerpo de Paz, tal vez sea un misionero, tal vez la escuela de posgrado en otro estado o país sea una mejor opción. Pero tal vez Dios me esté dando la oportunidad de invertir, de arraigarme, de ser conocido.
El PEV me ha ayudado a ver el gran valor de forjar relaciones profundas y de comprometerse a ver la curación de una ciudad, y estoy muy agradecida por haber aprendido de la intencionalidad del personal del PEV. Tal vez en el futuro responda que Fresno es mi hogar, y sepa que eso es cierto. Estoy emocionada por ver lo que Dios trae a través de esta experiencia!
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