En una escuela primaria de Fresno, Bibiana Montes, de 20 años, sintió que una chispa se encendía en ella cuando era una niña de jardín de infancia. Soñaba que un día se convertiría en maestra, en parte gracias a las personas que la influyeron en Susan B. Anthony, donde asistía a la escuela y a los deportes de los sábados. Estas personas, profesores y voluntarios, dejaron un profundo impacto personal en Bibiana. Su apoyo la ayudó a definir sus objetivos profesionales y a encontrar la confianza para perseguirlos con la esperanza de marcar la diferencia en las vidas de los niños.